J. Pavel Herrera

Esta serie de pinturas nace a partir de la representación del mar como espacio, como frontera de una Isla. Espacio-contenedor que reúne historias conectadas a los procesos migratorios cubanos y, que significa para muchos el límite entre su realidad y el alcance de un sueño. Son pinturas estructuradas en único plano, donde se unen el cielo y el mar y el color adquiere un carácter simbólico para hablar de historias diferentes a los modelos de representación del mar en una isla del caribe.